Por Raúl Germán Bautista.- Un reportaje de N Investiga de Nuria Piera reveló que muestras de dos leches servidas en el desayuno escolar contienen bacterias, entre ellas klebsiella, bacillus, micrococcus y streptobacillus, esta última relacionada con presencia de roedores en las plantas procesadoras. 1z1v1c
Además del riesgo microbiológico, se suma una elevada concentración de azúcar que supera ampliamente las recomendaciones internacionales para la infancia.
Según el etiquetado nutricional de estas bebidas distribuidas por el desayuno escolar: Leche con azúcar: 13 g por porción de 200 ml.; leche con chocolate: 18 g.; bebida láctea con avena: 14 g.
Las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan no exceder los 5 g de azúcar por cada 100 ml en bebidas para niños. Una sola porción de leche con chocolate equivale al 90% del consumo diario de azúcar recomendado para un niño (20 g).
La presencia de carragenina, un estabilizante aprobado en pequeñas dosis, también genera preocupación, ya que ni INABIE sabía.
Aunque autorizado por la FDA y la OMS, estudios recientes la vinculan con inflamación intestinal en personas sensibles, especialmente niños. Sin embargo, el etiquetado no especifica la cantidad contenida en las bebidas.
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CONTAMINACIÓN BACTERIANA: ANÁLISIS REVELAN PRESENCIA PELIGROSA:
Al igual que en 2008, cuando se denunció el uso de leche desproteinizada, N Investiga mandó a hacer un análisis microbiológico, hechos con técnicas israelíes y sas por un laboratorio independiente, de muestras actuales del desayuno escolar. Esta vez, los resultados fueron igualmente preocupantes.
Frank Reyes, director del laboratorio Franja, explicó: “Hemos encontrado productos de pasteurizadoras, donde no cumplen con los niveles de calidad microbiológico, sobrepasan los niveles. Incluso, es muy probable que este tipo de empresas pueda estar produciendo leche no apta para el consumo humano”.
Mientras los bizcochos presentaron una calidad microbiológica aceptable por su bajo contenido de agua, la leche mostró signos de contaminación con bacterias como klebsiella, bacillus, micrococcus y streptococcos, asociadas a malas prácticas de higiene e incluso presencia de roedores.
“Esta planta ha dado el mayor nivel de contaminación de la leche, esta planta no puede estar produciendo leche, ahora mismo, para el desayuno escolar de niños”, denunció Reyes.
“Este tipo de microorganismos no debe estar en la leche, y menos en niños, porque el niño tiene una sensibilidad mucho más lábil que los adultos. El problema de este tipo de microorganismo, es que casi todos sobreviven a la pasteurización, es muy difícil de poder eliminar”, agregó.
¿DEL EL 4% DEL PIB?
El desayuno escolar ha recibido una inversión acumulada de 2 billones de pesos en la última década. Sin embargo, los hallazgos sugieren una grave falta de controles, deficiente ejecución y productos que podrían estar poniendo en riesgo la salud de los escolares.
Más allá de comer, los niños necesitan alimentarse con calidad. Si no se garantiza la seguridad de los alimentos en las escuelas, ¿qué se está enseñando realmente al futuro del país?
INABIE RESPONDE: AVANCES LENTOS Y PROMESAS INCUMPLIDAS:
Ana Carolina Báez Abbott, directora de Salud y Nutrición del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE), dijo:
“En los últimos tres años hemos trabajado en reducir el azúcar, grasas y aumentar la fibra. Excluimos el néctar de las meriendas y optimizamos los almuerzos. El desayuno es nuestro mayor reto”.
Indicó que se necesita una ley para permitir cocinas escolares y servir alimentos calientes. Hasta ahora, solo 265 escuelas cocinan y se han hecho pruebas piloto con la FAO en 36 centros.
Indica que no se está conminando en las siete mil escuelas que hay en el país porque no están habilitadas y porque esperan por la aprobación de una ley.
“En lo que llegamos a tener esas cocinas en las escuelas, hicimos una reestructuración del pan, del muffin y de la galleta. A esto se le hizo una reducción de azúcar. Nosotros tenemos un pan convencional que está hecho con harina de trigo, harina de maíz, las cuales están enriquecidas y fortificadas, que tiene una cantidad de huevo mayor que un pan convencional para aportar un poco más de proteína. La galleta de avena tiene huevo”, dijo.
Agregó que han hecho una reestructuración de la fórmula en el muffin que se incorporó.
“Nosotros tenemos una variedad que es de maíz, tenemos una variedad que es de avena y coco, una variedad de zanahoria y una variedad de guineo. La intención es nosotros poder bajar contenido de azúcares y poder brindar un poco más de fibra a la vez de variedad, porque antes, cuando nosotros llegamos a este programa, nosotros teníamos dos productos galleta y pan únicamente y nosotros incorporamos el pan de vegetales”, argumentó.
Sobre cuánto nivel de azúcar tienen los muffins, estableció: “Tenemos diez gramos. Se recomienda que de la cantidad total de calorías que consume no consuma más de un 10% en forma de azúcares. Y se ha demostrado que así se acerca más al 5%. Es mejor. La leche nuestra tiene tres gramos de azúcar, la leche blanca; la leche con chocolate y la leche de avena, tienen ocho gramos. Bien, el 18 que usted se refiere es el 18% de las calorías”.
Explicó que es importante saber el proceso que se cumple desde que el producto sale de la planta hasta que llega al laboratorio.
“En este caso, o al consumidor si ha tenido situaciones de altas temperaturas como el calor, si ha sido maltratado, si ha sido golpeado”, avanzó.
Sobre la presencia de dos estabilizantes en la leche, entre ellos carragenina, que consumen los niños, reconoció que no sabía sobre y dijo que eso no está en la ficha técnica, a pesar de que en las etiquetas de los productos lo refiere.
