
La Confederación Patronal de la República Dominicana (COPARDOM) abogó durante la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) 2025, por la adaptación urgente del marco legal laboral dominicano ante los cambios tecnológicos y económicos que impactan el empleo. 6522v
Laura Peña Izquierdo, presidenta de COPARDOM, planteó en su intervención que la legislación laboral vigente debe ser actualizada para responder a las nuevas dinámicas del trabajo, incluyendo la automatización, la digitalización y la informalidad. Propuso revisar aspectos como las jornadas, los procedimientos y los costos laborales.
Además, Peña Izquierdo advirtió que, para garantizar condiciones dignas tanto para trabajadores como para empleadores, es necesario que las reformas surjan de un diálogo tripartito real entre el Estado, el sector empleador y los trabajadores. También insistió en que cualquier revisión normativa debe mantener un equilibrio entre derechos laborales y viabilidad empresarial.
La delegación dominicana estuvo compuesta por representantes del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) y directivos de la propia COPARDOM.
Durante su ponencia, Peña Izquierdo expresó respaldo a la iniciativa de la OIT para una Coalición Mundial por la Justicia Social, pero advirtió que los cambios deben enfocarse en reducir brechas sin comprometer la estabilidad productiva de los países.
La empresaria también planteó que la República Dominicana necesita generar más empleos formales, lo cual, afirmó, solo será posible si se flexibilizan ciertas normas que, a su juicio, desincentivan la contratación y frenan la competitividad del sector privado.
Por otra parte, sostuvo que en el país ha sido posible avanzar en procesos de concertación como el Código de Trabajo y la Ley de Seguridad Social, pero insistió en que esas conquistas no pueden ser estáticas frente a las nuevas exigencias del mercado laboral.
La intervención de Peña Izquierdo se produjo en un contexto en el que varios países de América Latina han advertido sobre los efectos del trabajo informal y la automatización en las economías más frágiles, particularmente después de la pandemia de COVID-19.