
Por Raúl Germán Bautista.- Durante su intervención este lunes 9 de junio en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano, celebrada en Francia, el presidente Luis Abinader llamó la atención mundial sobre el creciente desafío que representa el sargazo para República Dominicana y la región del Caribe. 191z4
En ese mismo orden de ideas, la ingeniera Carmen Veloz Comas, Ms. C., coordinadora istrativa de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), explicó el valor que puede tener el sargazo, si se aprovecha adecuadamente.
Según explica ella: “El sargazo, esa una macroalga marrón que, aunque tanto nos preocupa, posee múltiples bondades como servir de hábitat y alimento para varias especies marinas, tiene propiedades medicinales y puede ser utilizado como fertilizante o materia prima en diversos procesos”.
Veloz Comas, especialista en Gestión Ambiental y Riesgos, no ignora los efectos adversos que este fenómeno genera, pero insiste en que también debe analizarse desde un enfoque resiliente y productivo: “Este fenómeno no sólo afecta a los ecosistemas marinos y a la biodiversidad, sino también en gran manera al turismo, la pesca y con esto, a la economía local”.
CUATRO CATALIZADORES PARA LA RESILIENCIA CLIMÁTICA: Desde su perspectiva técnica, la experta plantea una hoja de ruta con cuatro acciones clave, a las que denomina catalizadores para la resiliencia climática. Estas son: “Mitigación del cambio climático, seguir apostando e invirtiendo en la investigación, participar en intercambio de experiencias y transformar una crisis ecológica en una oportunidad económica y social sostenible”.
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“Los impactos negativos, como los malos olores, la reducción de la luz para la fotosíntesis y la interferencia en actividades recreativas, han empujado a las autoridades a buscar soluciones integrales y sostenibles”, agrega.
“Parte de esta degradación se produce por el vertido en el océano de una excesiva cantidad nutrientes, provenientes en mayor medida de las actividades humanas (agricultura, aguas residuales domésticas e industriales) y crea las condiciones ideales para la fertilización del sargazo en el mar, favoreciendo su proliferación”, informa.
Añade cuáles son los cuatro catalizadores para la resiliencia climática:
1. Mitigación del cambio climático. El sargazo tiene una capacidad alta para absorber CO2 y al ser utilizado de manera sostenible, puede ser una herramienta importante para la reducción de emisiones y la mitigación del cambio climático. Según Carbonwave, Una tonelada de sargazo procesado puede absorber alrededor de 362 kg de CO2.
2. Seguir apostando e invirtiendo en la investigación. Profundizar en técnicas para estabilizar el carbono capturado a través del sargazo o convertirlo en productos más duraderos como materiales de construcción, podría transformar el sargazo de un problema a un elemento clave para la mitigación del cambio climático en la región del Caribe.
3. Participar en intercambio de experiencias. La participación en espacios nacionales e internacionales en los que se pueda compartir las propias experiencias en la recolección y el manejo del sargazo, nos brinda oportunidades de aprendizaje para poder acondicionar esas propuestas a nuestra realidad isleña.
4. Transformar una crisis ecológica en una oportunidad económica y social sostenible. Desde los gobiernos locales se pueden poner en marcha modelos de negocio a partir del sargazo, como fuente potencial de nuevos empleos, para que no se siga viendo solamente como un gran problema sino también como una fuente para impulsar el desarrollo sostenible de las comunidades ubicadas en el litoral costero de la isla.
“El sargazo, a pesar de sus efectos negativos en el turismo y la salud, representa una oportunidad para la resiliencia climática y la economía regional. Su aprovechamiento estratégico, a través de la generación de energía, fertilizantes, bioplásticos y otros productos, puede generar beneficios económicos y sociales, ayudando a las comunidades costeras afectadas a adaptarse a los impactos del cambio climático”, concluyó.