
Siempre es bueno presentar historias de inspiración, como la de Cincinnatus Institute of Craftsmanship, iniciativa de una pareja de emprendedores dominicanos, Chris Corcino y Dalisa Heredia, que desde el 2008 han capacitado a miles de jóvenes de sectores marginados. 2k3w1r
El programa N Investiga se trasladó al Centro Futuro, en Cristo Rey, para ver cómo se aprovechan tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial, la realidad virtual e innovadoras metodologías de enseñanza, para dotar a estos jóvenes del conocimiento necesario que permita incorporarlos a la economía digital del siglo 21, transformando sus vidas y las de sus familias.
Se destaca, por ejemplo, a un joven que era conserje y hoy es programador, demostrando que “cuando se quiere, se puede”.
Pedro Rodríguez, egresado del Cincinnatus Institute of Craftsmanship, dice esto: “Yo quería llevar yo la comida, y ya la llevo. Antes de eso no podía disfrutar de algunos placeres sin afectar la comida de mi hijo. Ahora puedo darme un lujo, como celebrar un cumpleaños en un resort, sin comprometer nada. Tengo mi casita, de tabla, pero mía”.
Este joven de 26 años inició como conserje en 2018. Hoy, tras capacitarse en Cincinnatus, esta semana se gradúa de ingeniero en nubes y, desde ya, sostiene a su familia con dignidad. Su historia no es única.
“Quien más crédito tiene es él, porque lo único que decimos fue que abrimos la puerta; quien cruzó por la puerta y siguió caminando fue él”, expresa Chris Corcino, co-fundador y CEO de Cincinnatus Institute of Craftsmanship.
Escuela para jóvenes
Historias como la de Pedro, inspiradoras, nacen en Cincinnatus Institute of Craftsmanship, una escuela creada por Chris Corcino y Dalisa Heredia y que capacita jóvenes de barrios como Cristo Rey y Villas Agrícolas, tanto en inteligencia artificial como realidad virtual y desarrollo de software.
“No era el más inteligente, ni el más dedicado. Pensé: hay otros como yo, que no han llegado lejos porque no tuvieron la oportunidad. Quise multiplicarla”, manifiesta Corcino.
Nacido en Mata de Limón, Manabao, Jarabacoa, Chris inició sus estudios en una escuela con piso de tierra, renunció a una prometedora carrera en Nueva York, y volvió con su esposa a fundar una empresa de software, Intellisys, en 2008, de la cual surge Cincinnatus.
Dalisa Heredia, co-fundadora y vicepresidenta de Cincinnatus, expone esto: “contratando ingenieros que no estaban todavía preparados para trabajar al nivel que se requerían en los Estados Unidos, que era la experiencia que Chris en ese momento tenía. Entonces, al descubrir que esos talentos no estaban a ese nivel, entonces, creamos Cincinattus”.
La misión: que nadie se quede atrás
Con apoyo de la Alcaldía del Distrito Nacional, que ofrece las instalaciones del Centro Futuro en Cristo Rey, y empresas como Altice, hoy imparten formación de clase mundial a jóvenes sin recursos, muchos de los cuales ganan sueldos de hasta 4 mil dólares mensuales.
Habla Corcino: “Tenemos la capacidad de ir a un barrio o a un campo y a ese joven que tiene el más bajo nivel educativo, nosotros poder llenar esa laguna que tiene y enseñar la inteligencia artificial y en ese el enfoque de nosotros, que nadie se quede atrás”.
Miles y miles
Más de 11 mil jóvenes ya han pasado por sus aulas. Una de ella es Carol Jazmín, estudiante de ciberseguridad y Project Management.
“Lo valoro mucho, la verdad ya que he sido una de las primeras que ha estado en ese centro, que empecé en junio del año pasado, desde la apertura del centro y valoro todo eso porque ya me han servido en la vida”, expresa, con satisfacción y agradecimiento.
Como ella, muchos padres valoran esta oportunidad gratuita que no podrían costear.
Una madre de estudiante dice que “una capacitación de esta magnitud, si está pagando, los padres de un cierto nivel académico, no podemos cubrirlo”.
Pero más allá de la tecnología, lo valioso es el método: guiar para que cada joven descubra por sí mismo su potencial.
Así lo explica Chris Corcino: “No me enfoco en enseñar a ningún estudiante, yo me enfoco en cómo yo me vuelvo su guía para que él lo aprenda y lo descubra por sí mismo. Entonces, yo trató de ponerlo en un contexto en el cual él pueda aprender eso por sí solo y descubrirlo y que se sienta como dueño de su propio aprendizaje”.
Donde antes había limitaciones, hoy hay oportunidades. Esta pareja de esposos empresarios no solo forman profesionales. Transforman vidas.
“Los sueños se hacen realidad. No importa de dónde vengas ni si tienes un apellido poderoso. Lo importante es empezar. Nunca quedarse quieto”, dice Carol Jazmín De La Cruz, estudiante de Cincinnatus Institute of Craftsmanship.